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Voluntad Hidráulica de la Revolución, seguridad para Granma

Las mayores montañas de Cuba, cuyos parteaguas fluyen hacia los municipios costeros y la gran llanura del Cauto, muy proclive a inundaciones súbitas, configuran el complejo ecosistema geográfico y natural de la suroriental provincia de Granma.

En dicho escenario, que además de los escurrimientos propios asimila los provenientes de territorios vecinos como Holguín, Las Tunas y Santiago de Cuba, constituye una verdadera fortaleza contar con la previsión y alerta temprana del sistema de Defensa Civil, y la capacidad de almacenamiento de agua de la infraestructura de obras hidráulicas construidas por la Revolución.

Si bien nunca con la envergadura del desastre que provocó el ciclón Flora los días del 4 al 8 de octubre de 1963, eventos meteorológicos posteriores, como la Tormenta Tropical Noel, en 2007, o más recientemente las intensas lluvias del pasado mes de junio, han demostrado la importancia y los grandes beneficios de la denominada Voluntad Hidráulica, la cual ideó y supervisó personalmente el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Según datos del investigador Luis Enrique Ramos Guadalupe, reconocido como uno de los principales historiadores de la Meteorología en el país, los fuertes vientos, las incesantes precipitaciones y el lento andar del “Flora” causaron la muerte a mil 600 personas, mientras otras 175 mil fueron evacuadas y las pérdidas económicas ascendieron a mil millones de dólares.

El río Cauto, el más largo y segundo de mayor caudal en la Isla, recibió una sobrealimentación de tal magnitud, que se salió de su cauce unos 20 kilómetros.

En el recorrido de 343 kilómetros, desde su nacimiento en la localidad de Palma Soriano, en Santiago de Cuba, hasta desembocar en el Golfo de Guacanayabo, la mayor inundación ocurrió en áreas de la actual provincia de Granma.

Refiere el propio Ramos Guadalupe que, en medio de aquel mar de aguas turbias y embravecidas, Fidel dirigió las acciones de salvamento de la población, mientras ya pensaba en sacar experiencias para evitar desastres similares en el futuro.

El entonces presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Comandante Faustino Pérez, fue llamado al lugar con su equipo de expertos, y sobre la capota de un jeep se desplegó el mapa que sirvió de guía en el estudio de los primeros pasos para reordenar el proyecto hidráulico iniciado por la Revolución, narró la periodista Martha Rojas.

Otros apuntes del Historiador de la Ciudad de Bayamo, Ludín Fonseca García, señalan que el Líder Histórico de la Revolución dio especial atención al desarrollo del vital programa en territorio granmense.

Detalla que, en fecha no precisada de junio de 1965, el Comandante en Jefe visitó el albergue de la Empresa Cauto, en las afueras de la ciudad de Bayamo, donde estudió los planos y analizó el proyecto para la protección del Valle del Cauto, además de discutir la ubicación de los embalses y el método para la utilización del agua represada.

La cronología añade que el 30 de mayo de 1968 inauguró varias obras en la toma del río Cauto; el 10 de diciembre de 1973 llegó hasta la construcción de la presa Buey; y el 22 de julio de 1988 abanderó los contingentes Celia Sánchez Manduley, Ignacio Pérez Zamora y Braulio Coroneaux, encargados de construir las represas Cauto del Paso, Cautillo y Corojo.

Cuenta José Antonio Leyva García, jefe fundador del contingente Celia Sánchez, que en las reuniones “tenía que hilar fino” con la información sobre la marcha del proceso constructivo de Cauto del Paso, pues Fidel sabía al dedillo cuál era la situación de la obra.

Destacó asimismo la preocupación del Líder por la alimentación y las condiciones para el descanso de los constructores.

En Granma, la Voluntad Hidráulica se materializó en 11 embalses, con capacidad para almacenar casi mil millones de metros cúbicos de agua; así como 29 obras de protección a la población, siete derivadoras y 152 kilómetros de canales de distribución. (por Orlando Fombellida Claro y Elizabeth Reyes Tases, ACN)

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