
Yubanis Cordero Galindo ha dedicado dos décadas de su vida al trabajo con niños de la Educación Especial, una labor que ella define de amor infinito, muy sensible y mucha responsabilidad.
“La Educación Especial es una obra de infinito amor. El maestro que opta por esta carrera tiene que ser muy sensible, muy responsable, pero sobre todo, dar mucho amor”, aseguró.
Cordero Galindo es educadora de la Escuela Especial Ernesto Che Guevara, de Bayamo, y para ella entre sus principales logros está dejar una huella en sus educandos.
“Mi mayor satisfacción es verlos convertidos en hombres de bien. Voy por la calle y me saludan, me recuerdan, muchos me llaman y ver esa cercanía es muy gratificante”, confiesa.
La labor de Yubanis como educadora se ha visto limitada por las regulaciones impuestas por el bloqueo económico de los Estados Unidos contra Cuba a tal punto que “nosotros, como docentes, tenemos que innovar para poder lograr muchas”.
En tal sentido –explica- que en su escuela hay especialidades que carecen de muchos medios didácticos para potenciar el aprendizaje en los estudiantes, como maquinas Braille, las que el país las debe adquirir por terceros países.
“Existen niños ciegos en nuestra institución que hoy no las tienen”, concluye.
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