Vladimir Vargas Verdecia ha dedicado más de tres décadas a la formación de futuros peloteros. Actualmente, es el director de equipo de béisbol de Bayamo, en la categoría 11-12 años, que con su guía alcanzó la corona en el tercer Campeonato Nacional de Pequeñas Ligas de béisbol.
El próximo mes de agosto llevará a los infantes hasta en Pensilvania, Estados Unidos, para representar a Cuba en la Serie Mundial de las Pequeñas Ligas, por eso, desarrollan una intensa preparación para garantizar buenos resultados.
“Vamos con una actitud positiva para desempeñar una buena actuación y traer el triunfo para que los muchachos juego a juego logren el objetivo y luchen por el campeonato”, precisa.
Para Vargas Verdecia, los familiares son un factor fundamental para la victoria, gracias al imprescindible acompañamiento a los niños durante los entrenamientos y los torneos.
“Siempre he ponderado el trabajo de la familia; esta juega un papel importante logísticamente y siempre están apoyando. Gracias a ellos el trabajo puede salir satisfactoriamente”, comenta el experimentado profesor.
Entre sus galardones, destaca el reconocimiento como trabajador ejemplar de la dirección municipal de Deportes de Bayamo; sin embargo, el mayor premio es el afecto profesado por niños, padres y la afición granmense.
“Los niños dan amor y sencillez, se entregan completamente al juego. Hay que poner paciencia y dedicación, ser parte de ellos, como se dice, tener un poquito de muchachos también”, confesó.
Así, vive, siente y juega Vladimir Vargas Verdecia, un hombre para quien el béisbol y los niños son motor impulsor de su vida.
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