Aunque el presente arroja estadísticas cada vez más preocupantes, sobre lo que pudiera ser un planeta sin agua para el consumo humano, el comportamiento de la gran mayoría está muy lejos de un uso eficiente de ese patrimonio acuífero.
Según lo acelerado de del agotamiento de este recurso se prevé que para el 2050 aumente el estrés hídrico, apreciable cuando la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible, esto afectará a un 40 por ciento de la población mundial.
Pero si esa fecha le parece muy distante, en el próximo año dos tercios de los habitantes del orbe, unas cinco mil millones de personas, vivirán en zonas afectadas por el llamado ” estrés hídrico”.
Con el auspicio de muchos se desarrollan tareas que ganan alcance, como sucede con la Semana Mundial del Agua que sesionará del 25 al 29 de agosto en Estocolmo, la capital sueca.
El evento anual de agua más importante del mundo reúne a los principales expertos, tomadores de decisiones y líderes empresariales, para analizar y poner soluciones a los desafíos hídricos más acuciantes del planeta.
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