Indalecio Almaguer posee destrezas que nunca hubiera pensado tan útiles como cuando ensambló manualmente la primera bicicletica con materiales reciclables.
El joven es habitante de Babiney en Cauto Cristo y con una vida social un tanto limitada a tratamientos médicos recurrentes por problemas motores, cognitivos, visuales y de comunicación.
Sobre las circunstancias se impone la resiliencia. El tiempo de Indalecio lo aprovecha confeccionando obras de arte, de excelente calidad, con un producto beneficioso para el medio ambiente.
Para este logro, resultó vital la atención de la familia, la integración social, el trabajo comunitario de las asociaciones y el sacrificio personal.
Hoy Indalecio perfecciona su obra, la expone y comercializa, ayuda a su familia.
La Asociación Cubana de Limitados Físico Motores constituye insignia del buen hacer en comunidades como Babiney, donde existe una elevada prevalencia de personas portadoras de alguna discapacidad por razones genéticas.
El buen funcionamiento de la organización destaca entre las fortalezas del territorio donde existe un universo de doscientas personas atendidas por esta integración.
Los grupos comunitarios con representación del Partido y el Gobierno, garantizan los intercambios sobre las expectativas de los participantes, en una oportunidad de diálogo donde aúnan voluntades en favor de familias afectadas que demuestran sus potencialidades en otras áreas.
Desde 1959 la Revolución cubana apuesta por proteger los derechos de ciudadanos con alguna vulnerabilidad, especialmente de salud y logra brindarles apoyo desde la integración a organizaciones que los representan.
Indalecio demuestra que la voluntad política y el quehacer comunitario pueden potenciar el arte y la utilidad en función de la inserción social.
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