Por-. Manuel Vázquez
Pretoria -. En cuanto a su proyección internacional, para Sudáfrica el 2023 resultó ser un año provechoso, entre otros aspectos, por el éxito de la XV Cumbre del Brics, realizada a fines de agosto en las afueras de Johannesburgo.
El evento, en el cual se registraron importantes avances sobre el alcance global de los países del grupo, le garantizó a los anfitriones asumir un mayor protagonismo abanderados de las posiciones del llamado Sur Global.
En efecto, la XV Cumbre de los cinco países miembros del Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), concluyó con varios llamamientos y resoluciones que, de materializarse en todas sus potencialidades, pudieran marcar el inicio de una importante transformación geopolítica y económica mundial.
La declaración final de la cita aborda todos los reclamos de las naciones del Sur global, en particular con una reiteración a promover el multilateralismo inclusivo y la defensa del derecho internacional.
También solicitaron una mayor representación de los mercados emergentes y en desarrollo en organizaciones internacionales y foros multilaterales en los que desempeñan un papel importante.
Las cinco naciones se pronunciaron además por una reforma integral de la ONU, incluido su Consejo de Seguridad, con miras a hacerlo más democrático, representativo, eficaz y eficiente.
Asimismo, abogaron para aumentar la representación de los países en desarrollo entre los miembros del Consejo para que éste pueda responder de una mejor manera a los desafíos globales y apoyar las aspiraciones legítimas de los emergentes y en desarrollo de África, Asia y América Latina.
Un importante reclamo versó, entre otros, con promover, proteger y cumplir los derechos humanos en el mundo de manera no selectiva, no politizada, constructiva y sin dobles raseros.
Y, en el plano político, consecuencia natural de su creciente importancia económica y comercial, las naciones del Grupo expresaron su preocupación por los conflictos actuales en muchas partes del planeta, sobre lo cual destacaron su compromiso colectivo con la resolución pacífica de las diferencias y disputas a través del diálogo y consultas inclusivas.
Ello cobra mayor importancia a fines de este 2023, con la guerra en Ucrania lejos de apaciguarse y la agudización del histórico conflicto palestino-israelí, que ha causado hasta ahora miles de víctimas civiles de ambas partes, mayormente entre la población de la palestina Franja de Gaza.
Pero, sin dudas, uno de los resultados de la Cumbre con posibles efectos a corto plazo de una magnitud difícil de predecir de momento, fue el hecho de que a partir del 1 de enero de 2024 su membresía aumenta oficialmente con la incorporación de Argentina, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
Ello representa un elemento a tener en cuenta, sobre todo porque de los más de 20 países que habían solicitado oficialmente su incorporación a los Brics, la mayoría de los escogidos son grandes productores de hidrocarburos, algunos de ellos de los de más relevancia en el sector a nivel mundial.
De esa manera, si bien hasta ahora las cinco naciones del Brics disponían de 40 por ciento de la población del planeta y 31,5 por ciento del Producto Interno Bruto mundial, el poder económico del grupo a partir de enero del 2024 será abrumador, suficiente para inclinar la balanza comercial global lejos de las hasta ahora potencias tradicionales emergidas tras la II Guerra Mundial.
Por otra parte, explicó el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, los estados del Brics han observado que existe un impulso global para el uso de monedas locales, acuerdos financieros y sistemas de pago alternativos.
Como Brics, enfatizó el mandatario, estamos listos para explorar oportunidades para mejorar la estabilidad, confiabilidad y equidad de la arquitectura financiera global.
En consecuencia, reveló, la 15 Cumbre acordó encargar a los Ministros de Finanzas y/o Gobernadores de los Bancos Centrales de los Brics que consideren el fomento del uso de las monedas locales en el comercio internacional y las transacciones financieras entre los países del Grupo, así como en su comercio con los socios, a saber, naciones en desarrollo.
Como consecuencia de ambos elementos, de materializarse ese propósito, una parte considerable del volumen de los hidrocarburos en el mundo podría dejar de comercializarse en dólares estadounidenses para hacerlo en las monedas locales.
Un efecto “colateral” de ello es que las políticas de sanciones económicas a la usanza de Washington pudieran perder buena parte de su efectividad, a favor de la soberanía de muchas naciones actualmente afectadas.
En cuanto a Sudáfrica en particular, inmersa en una crisis económica y energética, y necesitada con urgencia de fuertes inversiones extranjeras, la pertenencia al Brics representa en términos prácticos un gran beneficio, al decir de Ramaphosa.
Por ejemplo, citó recientemente el Presidente, China es hoy día el mayor socio comercial de Sudáfrica, con perspectivas de crecimiento, y ello ha sido en gran medida consolidado, sostenido y alentado por la membresía al Brics (ahora conocido como Brics Plus).
Además, sostuvo, los beneficios concretos para todas las naciones tras la ampliación del grupo a 11 miembros darán un “gran impulso, particularmente al Sur Global”, al cual pertenece Sudáfrica.
Por si ello fuera poco, reveló el primer mandatario sudafricano, al igual que se ha hecho hasta ahora, el Brics Plus va a “considerar solicitudes de membresía de muchos otros países que quieren ser parte” de él.
Y así concluye para Sudáfrica el 2023 en el marco de su pertenencia al Brics Plus, abriendo una puerta hacia un futuro que entierre definitivamente la actual arquitectura económico-comercial mundial, heredera de la impuesta por los ya lejanos acuerdos de Bretton Woods.
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