El uso de tecnologías digitales ha crecido exponencialmente en América Latina en los últimos años, pero eso también “evidencia la profundidad de las brechas digitales”, advirtió el secretario ejecutivo de la CEPAL, José Salazar-Xirinachs, durante una conferencia en Montevideo. Para el jerarca, “no es tiempo de cambios graduales ni tímidos”.
La pandemia de COVID-19 “ha marcado un punto de inflexión en el uso de tecnologías digitales”, pero al mismo tiempo “puso en evidencia la profundidad de las brechas digitales existentes en los países, que son sinónimos de desigualdad y desconexión”, advirtió el secretario ejecutivo de la CEPAL, José Salazar-Xirinachs, durante una conferencia en Montevideo, Uruguay.
El costarricense, que asumió la dirección ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL) en octubre, encabezó la Octava Conferencia Ministerial sobre la Sociedad de la Información de América Latina y el Caribe, un evento en el que líderes regionales gubernamentales, del sector privado, de la sociedad civil y la academia, se reúnen para definir las prioridades en materia digital para la región.
Contrario a la tendencia internacional en que las principales actividades económicas se vieron duramente golpeadas, el comercio electrónico tuvo un crecimiento explosivo.
“La expansión digital parece inmune a los efectos de los ciclos económicos”, dijo Salazar-Xirinachs, quien agregó que “en más de una década su crecimiento ha sido acelerado”.
“De hecho, durante 2020, en una de las contracciones más grandes económicas, fue una de las expansiones más grandes del comercio electrónico”, acotó.
En 2021, el comercio electrónico registró un 30% de crecimiento en comparación con 2019. En la última década, además, la cantidad de usuarios de Internet se ha duplicado, alcanzando a más del 60% de la población mundial.
A su vez, expuso Salazar-Xirinachs, los dispositivos conectados se multiplicaron 11 veces, alcanzando la cifra de 12.000 millones de dispositivos conectados y el volumen de datos ha crecido 16 veces.
Para el referente de la CEPAL “la revolución digital está dando origen a una nueva era” a nivel mundial.
Para una transformación hacia la digitalización sostenible e inclusiva, la CEPAL planea generar condiciones de cobertura, conectividad y el desarrollo de habilidades digitales, además de promover y diseñar políticas públicas, así como impulsar la transformación digital apostando por la innovación, la digitalización en empresas y la incorporación de nuevas tecnologías. Asimismo, el organismo apuesta por establecer una gobernanza digital y el fortalecimiento de la integración y cooperación regional en la materia.
Uruguay como líder de la región
Uruguay, sede del encuentro, también busca ofrecerse como un hub de innovación, según remarcó en el evento Hebert Paguas, director ejecutivo de la Agencia del Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información de Uruguay (Agesic). Según el líder, el objetivo es “potenciar todo el ecosistema de tecnologías de la información” en el país.
Actualmente, Uruguay goza de una posición privilegiada en cuanto al desarrollo digital: alcanza casi 100% de conectividad y este año apuesta por culminar con el 84% de las escuelas rurales más alejadas del país conectadas a banda ancha, una cifra bastante mayor al 30% de las escuelas que tenían conexión en 2020.
Además, según reveló Paguas, quien asumió la presidencia de Agenda Digital para América Latina y el Caribe hasta 2024, el 96% de los adultos uruguayos mayores de 18 años se conectó a Internet en el mes anterior y, de ese total, 94% lo hizo en forma diaria.
Uruguay, que ha apostado a una agenda digital como política de Estado desde 1999, también es considerado el quinto país más seguro de la región en materia de conectividad.
“Es nuestro compromiso generar ciudadanía digital. Tenemos infraestructura, tenemos conectividad”, sostuvo Paguas.
El referente de la Agesic remarcó también el fuerte potencial democratizador de las tecnologías y su efectivo uso en el marco de la pandemia.
“Nadie hubiera dicho hace años que con una herramienta como la agenda de vacunas se hubiera podido dar 8 millones de vacunas en nuestro país de forma democrática”, manifestó.
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