La Habana-. Un proyecto internacional proporciona tecnología a Cuba para la medición de gases de efecto invernadero en los sectores agrícola, forestal y otros vinculados al uso de la tierra, informó hoy la FAO.
Denominada CBIT Afolu, la iniciativa contempla el aporte de equipos para fortalecer las capacidades nacionales en la elaboración de inventarios con datos más fiables y precisos, aseguró la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Según la fuente, el Ministerio de Agricultura corre a cargo aquí con la ejecución del proyecto, el cual dispone de la asistencia técnica de la FAO y el respaldo financiero del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés).
La provisión de recursos consiste en la entrega de analizadores portátiles de gases y equipos para estimar la densidad de la madera, tanto aserrada como de árboles en pie, lo que facilitará la investigación y la estimación de los factores de emisión específicos, indica el comunicado de prensa.
Dichas acciones, agrega el texto, contribuyen al cumplimiento de los compromisos adquiridos por Cuba en el marco del Acuerdo de París y reflejan la voluntad del Gobierno en el enfrentamiento al cambio climático y la protección del medio ambiente.
Financiado por el GEF, el proyecto de Creación de Capacidades para la Transparencia (CBIT) a nivel global apoya los países en desarrollo a crear fortalezas institucionales y técnicas para cumplir los requisitos de transparencia mejorados del Acuerdo de París, recordó la FAO.
Al decir del organismo, el CBIT ayuda a los Estados con herramientas y capacitación para elaborar sus Informes Bienales de Transparencia, los cuales aportan información esencial sobre los niveles de emisión de gases de efecto invernadero y los esfuerzos para reducirlos.
También acerca de los efectos del cambio climático y las medidas de adaptación y mitigación, y el progreso general a la hora de implementar y cumplir los objetivos de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas.
Los esfuerzos de transparencia, opinó la FAO, permiten a las naciones establecer objetivos climáticos significativos, realizar un seguimiento del progreso, informar políticas y movilizar apoyo financiero para una mayor ambición climática.
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