Washington-. Más de tres años después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, las historias del expresidente Donald Trump para revertir los resultados siguen dando hoy de qué hablar.
Esta semana medios locales se hicieron eco de una grabación en la cual se escucha a Trump presionar a funcionarios electorales de Michigan para que suspendieran la certificación de los cómputos luego de su derrota en 2020 frente al demócrata Joe Biden.
Un periodista de Detroit News reveló el jueves que el 17 de noviembre de 2020, Trump «presionó personalmente a dos miembros republicanos de la Junta de Elecciones del Condado de Wayne para que no firmaran la certificación de las elecciones presidenciales”, celebradas días antes.
Relató que en la llamada que incluyó a la ahora presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, le dijo a los miembros de la junta Monica Palmer y William Hartmann: «Tenemos que luchar por nuestro país”, porque «no podemos permitir que esta gente nos lo arrebate”.
Tanto McDaniel como Trump aseguraron a los dos funcionarios locales que, si se negaban a firmar la certificación, se les proporcionarían abogados. «Nosotros nos encargaremos de eso», señaló el entonces presidente, según el informe.
Los esfuerzos de Trump por interrumpir la certificación en Michigan fueron solo parte de su plan más amplio para subvertir los resultados electorales en todo el país, un plan que culminó con la insurrección del 6 de enero en Washington, D.C. por la que ahora está bajo acusación federal, recordó la prensa.
La secretaria de Estado de Michigan, Jocelyn Benson, afirmó que durante ese momento crítico de la historia y ante esos intentos “los ciudadanos activados desempeñaron un papel fundamental en la defensa de la voluntad democrática del pueblo”.
El exocupante de Despacho Oval, increíblemente, mantiene la delantera en las encuestas entre sus rivales republicanos que luchan por la nominación de su partido para 2024 cuando espera ser juzgado en cuatro juicios con acusaciones que suman 91 cargos entre estatales y federales.
Dos de esos procesos legales son, uno en el estado de Georgia y otro en una corte federal, por los esfuerzos de Trump de aferrarse al poder al tratar de anular las elecciones de 2020.
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