
Yangon-. Bomberos de Myanmar y Turquía rescataron hoy a un hombre con vida de entre los escombros generados por el terremoto que el viernes último asoló este país y dejó más de dos mil 700 muertos.
El hallazgo de una persona viva cinco días después de la tragedia es considerado casi un milagro por las temperaturas superiores a los 40 grados Celsius, la privación de oxígeno y tanto tiempo sin alimentos y agua potable.
A esto se suman cortes de energía, escasez de combustible, comunicaciones irregulares y carencia de maquinaria pesada que han ralentizado las operaciones de búsqueda y rescate de las víctimas del sismo de magnitud 7,7 en la escala de Richter.
Numerosas edificaciones de varias ciudades del país sucumbieron al movimiento telúrico cuyo epicentro se localizó a 600 kilómetros de esta capital, cerca de la segunda mayor urbe del país, Mandalay, donde dañó el aeropuerto, puentes, carreteras, arruinó barrios enteros.
Con el avance de las labores de recuperación de cuerpos entre los escombros en Myanmar, la cifra de fallecidos por el sismo se acerca a los tres mis muertos, los heridos superan los cuatro mil 500, todavía hay alrededor de 400 desaparecidos y algunas ciudades van a tardar en superar tanta devastación.
La infraestructura de las telecomunicaciones quedó muy afectada, al igual que la de transporte, lo cual dificulta el desplazamiento por el territorio nacional y mantiene incomunicadas diferentes zonas.
Hasta el momento, 13 países apoyan a Myanmar con 25 equipos de búsqueda y rescate para operar entre los escombros.
El intenso terremoto también causó estragos en Tailandia, donde dejó al menos 18 muertos, 33 heridos y 78 desaparecidos, y daños a la infraestructura en casi una veintena de provincias.
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