Naciones Unidas-. La Asamblea General de la ONU acogerá hoy una reunión plenaria de alto nivel para conmemorar y promover el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares, fecha que insiste en el legado destructivo de esas pruebas.
La cita convocará a jefes de Estado y Gobierno junto a representantes ante el organismo como una advertencia clara contra una práctica que amenazan al planeta hace casi ocho décadas.
A propósito del Día Mundial, conmemorado cada 29 de agosto desde 2009, la ONU insistió en su reclamo para ratificar el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE), considerado por el organismo como la única herramienta de seguridad esencial y verificable.
El instrumento, firmado por 187 Estados, aún no está en vigor porque requiere la ratificación de ocho países: Estados Unidos, China, Irán, Israel, Egipto, India, Pakistán y Corea del Norte.
En un mensaje divulgado en coincidencia con la fecha, el secretario general de la ONU, António Guterres, consideró alarmantes los recientes llamamientos para reanudarlos, lo que confirma que las terribles lecciones del pasado “se olvidan e ignoran”.
En casi ocho décadas, se documentaron más de dos mil pruebas nucleares en más de 60 sitios en todo el mundo con consecuencias que van desde tierras inhabitables hasta problemas de salud a largo plazo para las personas.
El mundo debe hablar con una sola voz para poner fin a esta práctica de una vez por todas, reclamó en ese sentido Guterres.
El regreso de estos, o incluso la utilización de un arma nuclear podría equivaler al desplome desastroso de la confianza y la solidaridad internacional, aseguró por su parte un artículo firmado por el presidente de la Asamblea General, Dennis Francis, y el secretario ejecutivo de la Organización del Tratado, Robert Floyd.
“La vuelta a la época de los ensayos nucleares sin restricciones no dejaría a salvo a ningún Estado, a ninguna comunidad, y nadie en la Tierra se libraría de verse afectado”, advirtieron al respecto.
El Día Internacional contra los Ensayos Nucleares recuerda el cierre oficial en 1991 del polígono de ensayos de armas nucleares de Semipalatinsk, en el actual Kazajstán, república exsoviética, donde se produjeron 456 explosiones nucleares de ensayos entre 1949 y 1989.
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