Mariana Grajales Cuello nacida el 12 de julio de 1815 en la oriental provincia de Santiago de Cuba, ocupa un lugar relevante en la historia patria, por su heroísmo y firmeza de madre revolucionaria.
Descendiente de dominicanos, Mariana sufrió discriminación por su condición de mujer mestiza, junto a la familia, que residía en una pequeña finca cercana al poblado de San Luis.
Desde la juventud se distinguió por su fuerza de voluntad y la manera que imponía rigor en su descendencia, sin embargo, esto no impedía que se mostrara bondadosa y tierna con sus hijos.
Al iniciar la Guerra de los Diez Años en 1868, Mariana Grajales no solo instó a su esposo y proles a luchar por la independencia, sino que también partió hacia la manigua a apoyar la causa de su tierra natal del dominio colonial español.
Esta heroica mujer, considerada la Madre de la Patria, brindó con amor sus cuidados y espíritu maternal no solo a sus hijos de sangre, sino a todos los que combatían en la gesta libertaria.
En el transcurso de la lucha por la soberanía con valentía enfrentó la caída en combate de varios de sus seres queridos, entre ellos su esposo y algunos de sus hijos.
Al concluir la guerra en 1878, partió hacia Jamaica, donde continuó colaborando con la causa de la independencia cubana, mediante la creación de clubes patrióticos.
El 28 de noviembre de 1893, fallece en el exilio a los 78 años de edad, cuando sus hijos preparaban el inicio de la Guerra Necesaria.
De Mariana Grajales, símbolo de la mujer cubana, José Martí, escribió en el periódico Patria el 6 de enero de 1894:
“Que había en esa mujer, qué epopeya y misterio había en esa humilde mujer, qué santidad y unción hubo en su seno de madre, qué decoro y grandeza hubo en su sencilla vida, que cuando se escribe de ella es como de la raíz del alma, con suavidad de hijo, y como de entrañable afecto”.
Recordar hoy a la mambisa, progenitora de los Maceo, en el aniversario 209 de su natalicio, es mantener vivo el espíritu de lucha que caracterizó a las féminas en Cuba durante todo el proceso revolucionario.
Mariana Grajales Cuello con su ejemplo de madre y el amor que inculcó a sus hijos hacia la Patria se mantiene como una insignia para los cubanos y en especial para las mujeres.
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