Naciones Unidas-. Las profundas divisiones y conflictos globales deben terminar para abordar las dos amenazas al mundo: el cambio climático y los impactos negativos de la inteligencia artificial, afirmó hoy el secretario general de la ONU Antonio Guterres.
Al intervenir en la Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai, que se celebra en Astana, Kazajistán, Guterres ratificó que el objetivo central del sistema multilateral debe ser la paz, condición previa para el desarrollo sostenible y el disfrute de los derechos humanos.
Frente a los Jefes de Estado presentes en la reunión de la organización regional más grande del mundo, el alto representante de la ONU destacó la urgencia de una acción colectiva sobre dos amenazas existenciales que se avecinan: la emergencia climática y el aumento desenfrenado de las tecnologías digitales, particularmente la inteligencia artificial.
Enfatizó en el hecho de que el clima está colapsando con terribles consecuencias para la seguridad hídrica y alimentaria, el desarrollo y la estabilidad global, por lo que pidió medidas ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y lograr la justicia climática, con la mayor responsabilidad sobre los mayores emisores del mundo.
Abogó, además, por poner fin a la deforestación, triplicar la capacidad de energía renovable y reducir la producción y el consumo de combustibles fósiles en al menos un 30 por ciento para 2030, así como eliminar gradualmente la energía a base de carbón para 2040.
Guterres subrayó la necesidad de aumentar la capacidad crediticia de los Bancos Multilaterales de Desarrollo y atraer más capital privado para iniciativas climáticas, así como duplicar el financiamiento de los países desarrollados para la adaptación climática y cumplir sus compromisos, incluidas contribuciones sustanciales al nuevo Fondo de Pérdidas y Daños.
En relación con la inteligencia artificial, la segunda amenaza que enfrenta el planeta Tierra, el secretario general de la ONU resaltó el potencial transformador de la tecnología para acelerar el desarrollo sostenible.
Sin embargo, subrayó que avanza más rápido que los marcos regulatorios, exacerbando los desequilibrios de poder, concentrando la riqueza en manos de unos pocos, socavando los derechos humanos y aumentando las tensiones globales.
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