La poesía encanta porque en ella se entremezclan los sentimientos y las dotes del autor para llevar los versos a un libro.
Tanto hay de historia, como de sapiencia entre las estrofas.
La balada azul figura entre esas composiciones del poeta nacional Nicolás Guillén, donde la metáfora nos convierte en prisioneros de la lectura, acaso porque con ello es posible desnudar el alma vestida de amores.
Negro bembón y Mulata resuenan entre los títulos cubanísimos, de reconocimiento por la forma del autor expresar en ellos un lenguaje característico del criollo que dio vida a la nación cubana.
La inspiración con creatividad y mucho de realidades tristes, fueron en los primeros años del siglo XX, una forma de avivar los sentimientos patrios, también los pasionales.
Hoy, entre las nuevas tecnologías, muchos consumen más videos divertidos o series, sin embargo, la poesía ennoblece, despierta motivaciones, eleva la cultura, la autoestima y sobre todo, se convierte en amiga fiel de quienes prefieren confiar en ella para remediar sinsabores afectivos.
Poesía puede ser una composición, vista desde la cultura, una vía de incomparable valor para quienes en un libro identifican sus vivencias, sobre todo si es de Nicolás Guillén.
Cuando las letras llevan un mensaje tan fuerte como es la conquista, muchas veces suele ser arma invencible.
Cambiar los modos de pensar y de actuar debe partir de la interpretación de lo que se lee, ello es además un aliciente para los tiempos libres. Busque el espacio y avive en usted la sed de la curiosidad literaria, comience por una exquisita poesía.
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