“Algo que me marcó fue como una familia me llamó para decirme que no tenían mucho que dar, pero que querían regalarme un aguacate”, dice con voz entrecortada por la emoción la joven instructora de arte Yaquelín Véliz quien está al frente del proyecto La Colmenita Corazón gigante, de la dirección municipal de educación de Manzanillo.
Yaquelín llegó hasta el poblado de Los Pinos en Imías junto al proyecto manzanillero, otros instructores de arte de la brigada José Martí y emprendedores de las ciudades Bayamo y Manzanillo para llevar un donativo cargado de amor y solidaridad.
“Te puedo decir que fue una experiencia única, llegamos a un lugar que si no vives lo que está pasando allí no lo puedes contar”, expresa la instructora de teatro de la Casa de Cultura de la Ciudad del Golfo.
“Verdaderamente las imágenes son muy fuertes porque hay familias que lo han perdido todo, pero no te imaginas con qué amor y respeto nos acogieron. Fue una jornada cargada de emociones pues con sólo lograr la sonrisa de un niño ha sido algo que nos ha llegado al corazón.
Tuvimos el placer de poder actuar para todos los niños del poblado, y de verdad no tengo palabras con las que pueda contar lo que vivimos. Fue un donativo que trajimos por parte de los emprendedores de Bayamo y Manzanillo, así como de la dirección de educación de la ciudad del golfo que ofreció materiales escolares para dos escuelas de Los Pinos, una primaria y otra secundaria”, destacó Yaquelín.
Intensa vivieron estos granmenses que llevaron amor y solidaridad a los territorios más afectados del oriente cubano, lo que demuestra que solo el amor engendra la maravilla. (por Eliexer Pelaez Pacheco).
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