
Juana González Castillo prosigue con sus cultivos de viandas y granos como asociada de la Cooperativa de Créditos y Servicios Octavo Congreso de la Anap, en Cauto Cristo, aún con sus ochenta años cumplidos.
En una parcela de cerca de dos hectáreas, esta mujer ha ganado múltiples galardones a nivel municipal y nacional, el más importante: el reconocimiento a su labor como campesina.
Hoy cuando los cooperativistas analizan logros y retos a partir de las experiencias del pasado año, cuentan con el ejemplo de esta dama incansable.
“A mi edad he no me he rendido. La tierra es el amor de mi vida. El año pasado tuve problemas de salud, pero así mismo trabajé y obtuve muy buena cosecha. Ahora mismo tengo en producción yuca, maíz, frijoles”, dijo González Castillo.
“Para este año mi plan es aprovechar cada etapa para la siembra. Por eso, ya tengo limpia una hectárea, de las casi dos que poseo, para cuando empiece la primavera”, expresó emocionada.
Manifestó que la edad no representa impedimento para labrar la tierra, a pesar de que vive sola y cuenta apenas con un ayudante y un buey para sus producciones.
“Aconsejo a los jóvenes a dedicarse al trabajo como campesinos, que esta labor si da resultados. En Cuba socialista todos tenemos iguales deberes y derechos, por tanto, tenemos esa capacidad”, significó.
La octogenaria viste botines, pantaloneta de mezclilla y un adecuado arreglo que le hace ganar belleza femenina y juventud en su apariencia. Esta es una señal de que el campo ennoblece y ofrece otras virtudes también al alma y al cuerpo, además de las ganancias productivas.
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