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Honores a una ciudad símbolo

Bayamo, Granma.–Cimentada en una épica tradición histórica, que data de más de cinco siglos, la urbe bayamesa –segunda villa fundada en Cuba– ha devenido símbolo esencial de la nación en el que se funden el patriotismo, la resistencia y la heroicidad de un pueblo.

Camino a sus primeros 510 años de existencia como villa San Salvador de Bayamo –bautizo que recibió el 5 de noviembre de 1513 por el adelantado Diego Velázquez–, la ciudad será agasajada con varias actividades que están dirigidas, esencialmente, a perpetuar sus valores patrimoniales, históricos y culturales.

Como parte de ese empeño aglutinador que involucra a numerosas entidades y actores económicos del territorio, también se prevé realizar otras acciones que impacten en la vida social y económica de los bayameses bajo el sello identitario de urbe «legendaria, auténtica y creativa».

MANTENER VIVA LA MEMORIA HISTÓRICA

Para Ludín Bernardo Fonseca García, director de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Bayamo (OHCB), la urbe ha trascendido en la historiografía nacional por sus aportes al proceso formativo de la nación cubana.

Varios acontecimientos se desarrollaron en esta región que han contribuido a su reconocimiento. Fue aquí donde inició el proceso conspirativo e independentista cubano, con la posterior ocurrencia de hechos trascendentales como el canto por vez primera, el 20 de octubre de 1868, de La Bayamesa –devenida nuestro Himno Nacional– y la toma de la urbe por los mambises, declarándola primera ciudad libre de la República en Armas.

Cuna de poetas, músicos y escritores que enaltecieron con sus obras el acervo cultural de la Isla, la segunda villa fundada en Cuba atesora, además, entre sus grandes improntas, el heroico sacrificio protagonizado por sus hijos el 12 de enero de 1869, cuando los bayameses prefirieron quemar la urbe antes que entregarla de nuevo al dominio español (luego de haber conquistado la independencia durante más de 80 días).

Ese acontecimiento, que a decir del Apóstol también sirvió para demostrarle al mundo que ya existía una nación en formación, constituyó un severo golpe para la preservación del patrimonio material de la ciudad, al perderse casi toda su infraestructura.

De acuerdo con el estudio Incendio de Bayamo: Impacto en la estructura económica y el urbanismo, de los investigadores granmenses Rafael Rodríguez e Idelmis Aguilera, más del 85 % de la ciudad se destruyó, incluido el único teatro de la villa.

También fueron consumidos por el fuego los techos de madera y tejas de las viviendas del centro urbano, donde apenas quedaron ilesas algunas propiedades, como la casa donde había nacido el Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, y la capilla anexa a la Catedral Nuestra Señora de los Dolores.

De ahí que, según señaló el historiador Ludín Fonseca, uno de los principales desafíos que tiene la Ciudad de los Coches en pleno siglo XXI es el de mantener la salvaguarda de los escasos valores patrimoniales que se conservan de esa época, unido a la preservación de uno de los elementos más importantes que exhibe el Bayamo actual: su trazado urbanístico.

«Se reconoce que el trazado urbano bayamés ha sido el que menos se ha modificado de entre las primeras villas fundadas en Cuba, por lo que preservarlo es vital», explicó.

A ese propósito se suma el empeño de la OHCB por concretar en los meses que restan, antes de la celebración por el aniversario 510 de la villa, varias acciones constructivas que tributan a mantener viva la memoria histórica de la ciudad.

Para ello, detalló Fonseca García, se ha previsto encauzar obras en zonas rurales que pertenecen a Bayamo, con el objetivo de que el jolgorio popular y el rescate de los valores históricos trasciendan más allá del centro urbano.

En tal sentido se mantienen las labores de restauración en la más pequeña de las dos torres chimeneas del antiguo ingenio Pilar de Jucaibama (ubicado en el consejo popular de Pompita), el cual fuera propiedad del patriota bayamés Francisco Vicente Aguilera y, actualmente, el único Monumento Local de Bayamo.

De igual modo se llevarán a cabo acciones de restauración en el Monumento Nacional Batalla de Peralejo (sitio histórico que recuerda una de las más importantes acciones desarrolladas por el General Antonio Maceo en la guerra de 1895 frente al colonialismo español), y en el monumento dedicado a Pedro (Perucho) Figueredo –autor de nuestro Himno Nacional– en el que fuera su ingenio azucarero, enclavado en la comunidad rural de Las Mangas.

Paralelamente ya se trabaja, de forma escalonada, en la habilitación integral del inmueble que ocupa ahora la Oficina del Historiador de la Ciudad, ubicado en el centro histórico de la urbe bayamesa.

Ludín Fonseca agregó que de cara a la celebración por los 510 años de existencia de la villa de San Salvador de Bayamo, la Oficina aspira a iniciar el proceso de transformación de la maqueta de la ciudad para convertirla en un centro de convenciones, habilitado con un set de radio y televisión, que permita difundir la voz del patrimonio a toda la provincia de Granma.

«En lo adelante también tendremos que seguir promoviendo el rescate de la imagen de la ciudad basada en sus tradiciones, para que sea atractiva como urbe, sin perder ese aire colonial que la distingue», apuntó el historiador de Bayamo, quien adelantó que en estos momentos se prepara un expediente para proponer a la urbe como ciudad creativa en la gastronomía.

APOSTAR POR UNA CIUDAD MEJOR

Precisamente para seguir fomentando esos valores patrios que identifican a Bayamo como la Ciudad Monumento y Cuna de la Nacionalidad Cubana, desde el pasado 12 de enero, se realizó el lanzamiento de la campaña oficial por la celebración del aniversario 510 de la villa de San Salvador.

Roberto Boza Blanco, director de la plataforma creativa Quijote, encargada de la conceptualización de esa campaña, aseguró a este diario que la memoria histórica tiene un protagonismo esencial en el programa previsto, mediante el desarrollo de acciones de conservación y preservación en sitios e inmuebles que tributan a la identidad del bayamés.

Unido a esas labores de restauración, Boza Blanco expresó que se prevé resaltar la imagen de la ciudad con la creación de un sistema de gráficas para uso exterior, el cual se debe empezar a implementar próximamente con la ubicación de vallas y señaléticas para facilitar el acceso a sitios de interés social, económico e histórico.

En el ámbito cultural, la campaña también comprende numerosas actividades dirigidas a potenciar los valores patrimoniales de la urbe y sus más raigales tradiciones.

Como parte de esas propuestas, el director de la plataforma creativa Quijote mencionó la publicación de una revista especial dedicada a rendir tributo a los más de cinco siglos de existencia de la urbe; el lanzamiento de una convocatoria para seleccionar la canción del aniversario 510 de la villa de San Salvador, y la creación de una aplicación móvil utilitaria con ofertas de centros culturales e informaciones relacionadas con trámites y otros servicios.

De manera especial, apuntó Boza Blanco, la campaña pretende estimular el espíritu creador como concepto de país para convocar a los bayameses desde los espacios institucionales, empresariales y comunitarios a que generen proyectos que resuelvan problemas y aporten al entorno común.

«Es decir, que se va a involucrar tanto a las instituciones estatales como a varios actores económicos del territorio para explotar los recursos endógenos en función de revitalizar la urbe, pues a pesar de las carencias materiales que nos impiden aspirar a concretar un programa más abarcador, existe una voluntad gubernamental de trabajar por una ciudad mejor, mediante la transformación de barrios vulnerables y la ejecución de obras que beneficien a los bayameses», concluyó.

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