París-. Los gobiernos de Francia, Egipto y Jordania afirmaron hoy que la solución de los dos Estados, uno palestino y otro israelí, es la única respuesta garante de la paz en el Medio Oriente.
En un comunicado conjunto, los presidentes francés y egipcio, Emmanuel Macron y Abdel Fattah Al Sissi, respectivamente, y el rey jordano Abdallah II abogaron igualmente por un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza, territorio palestino devastado por seis meses de una indiscriminada agresión de Israel.
“Ninguna paz en el Medio Oriente podrá proceder del terrorismo, de la violencia o de la guerra. Ella resultará de la solución de los dos Estados, la única opción creíble para garantizar la paz y la seguridad para todos”, refleja el texto divulgado por Macron en las redes sociales.
Los dignatarios recordaron la resolución adoptada hace 10 días por el Consejo de Seguridad de la ONU con la exigencia de un cese inmediato de las hostilidades en Gaza, donde se reporta una cifra de víctimas que calificaron de inaceptable.
Esa iniciativa debe ser aplicada sin dilaciones, insistieron con un llamado a la liberación inmediata de todos los rehenes en poder de Hamas desde el 7 de octubre.
La declaración de Francia, Egipto y Jordania alerta sobre las peligrosas consecuencias de una ofensiva terrestre de Israel contra la ciudad de Rafah, en la cual se refugian un millón 500 mil civiles palestinos.
Tal ofensiva solo conseguirá incrementar las pérdidas humanas y los sufrimientos, agravar el riesgo de un desplazamiento masivo y disparar la amenaza de una escalada en la región, manifestaron.
Macron, Al Sissi y Abdallah II reafirmaron el mismo respeto por todas las vidas humanas y su condena a las violaciones del Derecho Internacional Humanitario.
La protección de los civiles constituye una obligación jurídica fundamental, abundaron en su postura común, en la que deploraron el peligro de hambruna imperante en Gaza e insistieron en la urgencia de la llegada de ayuda a la Franja.
De igual manera, repudiaron el reciente ataque de Israel a un convoy de la organización no gubernamental estadounidense World Central Kitchen, acción en la que fueron asesinados siete de sus miembros.
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