El combatiente del Ejército Rebelde, Uliser Álvarez Tejeda, falleció este jueves 20 de abril en Bartolomé Masó, quien dejó como legado una extensa trayectoria al servicio de la Revolución Cubana.
Uliser fue otro de los campesinos cubanos que vio en la lucha armada la manera de conquistar la independencia de Cuba y de eliminar la explotación imperante en los años 50 del pasado siglo.
Al crearse la célula del M 26-7 en el poblado de El Zarzal, se incorporó a la misma, donde asumió varias misiones entre las que destacan: las acciones de apoyo al desembarco del yate Granma y la participación en sabotajes, así como el envío de alimentos para los guerrilleros en la Sierra Maestra, además de labores de mensajería.
Se incorporó como combatiente activo del Ejército Rebelde, en marzo de 1958 y desde ahí participó en varias acciones de enfrentamiento a las tropas de Batista, por lo que el triunfo del enero victorioso de 1959 lo sorprende convaleciente de una intervención quirúrgica realizada en plena serranía, producto de un accidente durante el cumplimiento de una misión combativa.
Desde entonces permanece vinculado a la vida militar y toma parte en las intervenciones de tierra llevadas a cabo en esta zona, entre otras operaciones relacionadas con la lucha contra bandidos en la limpia de la Sierra Maestra.
Participó además en la Campaña de Alfabetización y en la organización del acto por el 26 de julio de 1960 que sirvió para que Fidel dejara inaugurada la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos.
Fue fundador del Partido Comunista de Cuba en Bartolomé Masó y de los Comités de Defensa de la Revolución. Por su labor meritoria recibió varias medallas y condecoraciones y al momento de su muerte contaba con 82 años de edad los que dedicó en su amplia mayoría a servir a los demás de una manera noble y consagrada.
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