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Educación en serranías cubanas: razón y luz de un 26 de Julio

Escuela primaria Guillermo González Polanco de la comunidad de San Pablo de Yao | FOTO Tv Serrana

Como garantía de acceso a una enseñanza gratuita, obligatoria y de calidad, y para que un niño no deba trasladarse a grandes distancias por riesgosos caminos de montaña en el diario ir y venir, 263 instituciones educativas funcionan actualmente en las serranías de la oriental provincia de Granma.

Son siete los municipios que integran el denominado Plan Turquino (PT), donde dos mil 097 docentes y especialistas aseguran la atención a una matrícula de ocho mil 521 educandos de diferentes niveles de escolaridad.

Tras un panorama de analfabetismo y olvido calificado entre los mayores problemas sociales de Cuba antes de 1959, la educación es hoy un derecho humano que la Revolución consolidó a partir de un bien engranado sistema, en el cual nada queda al alzar, ni siquiera en los momentos más difíciles y a pesar de las complejidades económicas del país.

Desde una niña operada de apendicitis, su evolución y la respuesta a la pregunta de si ya fueron a visitarla; hasta las existencias en almacén para la alimentación de los estudiantes durante la semana, ¡todo!, absolutamente cada detalle importa en el parte que recibe, bien temprano en la mañana, Dacio Gómez Figueredo, metodólogo encargado de la atención al PT en la Dirección Provincial de Educación.

La mayoría de nuestras instalaciones son escuelas primarias multigrado, en las que un solo maestro debe atender incluso a todos los alumnos, de preescolar a sexto, trabajando con dos programas de estudio diferentes, comentó en exclusiva para la Agencia Cubana de Noticias.

Sobre la base de políticas de educación inclusiva, dijo, en muchos casos esos planteles asumen la preparación de niños con necesidades especiales, aunque en las montañas también disponemos de aulas e instituciones propias para dicho nivel.

Explicó que en función de la mejora continua del aprendizaje en las zonas rurales serranas tienen lugar, cada 15 días, planes de preparación metodológica por consejos populares, con la participación de jefes de departamentos y líderes de asignaturas.

Para mayor control y organización de los procesos pedagógicos están constituidas direcciones zonales, donde un cuadro es responsable de visitar semanalmente entre cinco y hasta ocho instituciones, señaló Gómez Figueredo.

Subrayó que resulta un trabajo bien complejo atendiendo a las distancias y duras características de los caminos del lomerío, razón por la cual desde la provincia se concibe una estrategia para disminuir a cuatro el número de centros, siempre a partir de su cercanía geográfica.

Como parte del empeño constante por perfeccionar la enseñanza en el Plan Turquino nos ocupa, además, la necesidad de mejorar las condiciones en las que laboran y viven los maestros de montaña, una fuerza estable, comprometida y muy sacrificada.

Asimismo, urge continuar fortaleciendo las preparaciones metodológicas y el intercambio con docentes y alumnos, a quienes no debemos dejar de preguntar por sus situaciones específicas y estados de ánimo, si les gusta la escuela y cómo aspiran a que sea en el futuro.

Podemos carecer de recursos, pero junto a la garantía de los materiales mínimos indispensables, tenemos asegurado lo realmente esencial, que son el capital humano y el acceso al conocimiento, agregó.

A la denuncia del líder revolucionario Fidel Castro en su alegato La Historia me Absolverá, sobre una Cuba en la que menos de la mitad de los niños en edad escolar asistían a las precarias escuelitas públicas del campo, se contrapone hoy un sólido si bien perfectible sistema educacional, con alcance hasta el más intrincado de los parajes serranos.

Muestra de ello son en Granma planteles como el “Clodomira Acosta Ferrales”, con aulas abiertas para una docena de infantes de las comunidades de Cayayal y La Güira, aproximadamente a 12 kilómetros del poblado de Bartolomé Masó, cabecera del municipio de igual nombre.

Se trata de una dirección zonal que, más arriba en la montaña, incluye otros dos colegios en los asentamientos de Boca del Salto y El Cristo, mientras al culminar el sexto grado todos los educandos tienen garantizada la continuidad de estudios en la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, primera gran obra educacional construida por la Revolución.

En esa propia localidad, así como en Guisa y Buey Arriba, sobresalen además cinco internados con las condiciones necesarias para que los alumnos residentes en los sitios más apartados vivan en sus escuelas durante los cinco días de clases. (por Elizabeth Reyes Tases).

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