
En la actualidad el término resiliencia gana espacio dentro de los análisis en pos del desarrollo de la sociedad. Por tal razón urge acentuar la capacidad de una ciudad, para ante un suceso de cambio, adaptarse y recuperarse de sus efectos de manera eficaz.
Desde ese enfoque, parten entonces algunas de las líneas a desarrollar en Granma y específicamente en Bayamo, uno de los cuatro municipios que fueron considerados dentro del proyecto nacional “Contribución a la Elevación de la Resiliencia Urbana de las principales Ciudades de Cuba”.
Las proyecciones de planes de Ordenamiento Urbano, Estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgo, junto a las acciones para la Reducción de Desastres, conforman prioridades dentro de los objetivos de trabajo del Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo.
Como soporte estratégico para la consolidación del referido proyecto de resiliencia y según los estudios para su implementación debe primar un plan de Ordenamiento Urbano para la reducción de desastres y una integración de las políticas, leyes y mecanismos institucionales para afrontar los embates de los fenómenos naturales.
Ante estos requerimientos corresponde al Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo, establecer maneras que permitan a las ciudades proteger la armonía con el medio ambiente, sin dejar de lado aspectos de accesibilidad y bienestar económico.
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