Auténtica, legendaria e histórica como reza el eslogan que celebra sus 511 años, la Villa de San Salvador de Bayamo arriba hoy a otro aniversario de su fundación.
La urbe, desde la época de la Colonia hasta hoy ha sido pionera en varios acontecimientos de nuestro país: la primera partida de ajedrez, el primer cementerio fuera de predios urbanos, la primera canción romántica y la creación del Himno de Bayamo, hoy Himno Nacional y su primera interpretación pública.
Cuna de la Nacionalidad Cubana, esta ciudad posee un invaluable patrimonio histórico y cultural.
Al andar sus calles se observa un modelo arquitectónico ecléctico, pues diversos son los estilos de sus edificaciones, ya que la ciudad fue reconstruida tras la heroica quema del 12 de enero de 1869.
Y aunque no conserva gran parte de su patrimonio inmueble, cuenta con algunos exponentes de la arquitectura colonial como la Casa de la Nacionalidad, la Casona y la Capilla de los Dolores con un altar barroco que constituye una joya del siglo 18.
La valía de sus sitios trasciende más allá de su arquitectura, ejemplo de ello es el Museo Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes, inmueble donde nació el Padre de la Patria y se atesoran objetos representativos de la vida, tanto del patricio bayamés y su familia, como de la época.
La urbe cuenta desde 1936 con la condición de Monumento Nacional, la cual está respaldada por la extensa historia y cultura de esta tierra y sus habitantes, condición ratificada por el Consejo de Estado el 10 de octubre de 1978.
Con un superficie territorial de más de 900 kilómetros cuadrados, Bayamo es en la actualidad la capital de la provincia y el municipio de mayor importancia.
Una gastronomía identitaria, el coche como elemento tradicional, la amplia cultura de sus habitantes, su música, el teatro, las artes plásticas, la literatura y mucho más hacen de la Villa de San Salvador de Bayamo una urbe conocida y amada por locales y visitantes.
Desde el 5 de noviembre de 1513 hasta hoy, cada suceso aquí acaecido ha convertido a Bayamo, en esa ciudad auténtica, legendaria e histórica, por la que sentimos, nos emocionamos y enorgullecemos.
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