Con el favor de las lluvias reportadas para este mes de mayo, los caficultores masoenses se han propuesto renovar en el año unas 90 hectáreas de café comprometidas con el programa de desarrollo cafetalero del territorio.
“Para la presente campaña, además de posturas obtenidas con el método tradicional de viveros, contamos con varias plántulas derivadas de las técnicas de esquejes e injertos”, precisó el Ing. Ramón González Gómez, especialista de la Empresa Agroforestal masoense.
“Ello no solo ofrece un mayor porciento de supervivencia en los campos, sino también mayores volúmenes del grano una vez que estas plantas entren en su estado productivo”, agregó.
La estrategia de siembra y crecimiento cafetalero en Bartolomé Masó pretende ir concentrando la producción de este rubro exportable en zonas de mejor acceso y mayores rendimientos del cultivo, donde además existe facilidad para el acceso y se dispone de fuerza de trabajo.
Son estos requerimientos indispensables para un cultivo que en momentos picos de cosecha requieren con urgencia de la mano de cosecheros para evitar el goteo del grano y con ello pérdidas productivas.
Durante el 2022 los caficultores masoenses apenas lograron plantar unas 36 hectáreas del cerezo, de las 150 previstas, lo que implica la necesidad de acelerar las siembras venideras a fin de ir recobrando poco a poco el terreno perdido.
Además de la renovación cafetalera que se ejecuta por estos días en Bartolomé Masó se concluyen otras labores comprometidas con el desarrollo del cultivo, como las podas, la regulación de sombra y la fertilización, para lo cual también se precisa de tiempo y recursos.
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