Naciones Unidas-. Los trabajadores humanitarios de la ONU permanecen hoy alertas por el uso indiscriminado de armas pesadas en zonas residenciales en Myanmar tras varios incidentes en el estado de Rakhine.
De acuerdo con un reciente comunicado, esto plantea graves riesgos y está costando vidas civiles en esa demarcación, donde el sábado un proyectil de artillería perdido mató al menos a ocho civiles rohingya e hirió a otros 12, incluidos cinco niños en Sittwe, la capital del estado.
El aumento del uso indiscriminado de armas pesadas coincide con la intensificación de los combates en Rakhine entre las Fuerzas Armadas de Myanmar y el Ejército de Arakan.
De acuerdo con el organismo, la situación derivó en un aumento de los desplazamientos en todo el estado, que acumula más de 300 mil personas en esa condición.
“Las tácticas utilizadas por las partes en el conflicto están perjudicando a los civiles y socavando la capacidad continua del personal humanitario para prestar asistencia a las personas necesitadas”, advirtió al respecto Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general.
El vocero pidió a todas las partes respetar sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario de proteger a los civiles, incluidos los trabajadores humanitarios.
Casi 2,7 millones de personas continúan desplazadas internamente en todo la nación, lo que incluye cerca de 2,4 millones que fueron desarraigados después de la toma de febrero de 2021.
El golpe militar de febrero de ese año mantiene al país en un conflicto entre las fuerzas del ejército con grupos armados de oposición, lo que ha provocado desplazamientos masivos y miles de víctimas.
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