En la declaración final de la cumbre del G20 que se celebra en Río de Janeiro, los países occidentales que forman parte del bloque optaron por omitir “un lenguaje más duro” y “diluyeron las críticas previamente acordadas” contra Rusia “en medio de temores de que pudiera echar por tierra” la adopción de este documento, informa Financial Times con referencia a varios altos diplomáticos europeos anónimos.
Así, la declaración final incluyó solo un párrafo relacionado con la situación en Ucrania, en comparación con los siete párrafos del documento de la cumbre del G20 del año pasado, resalta el periódico. En concreto, en Río de Janeiro se hizo referencia a los “impactos negativos adicionales de la guerra” y se dio la bienvenida a todas las iniciativas tendientes a construir una “paz amplia, justa y duradera”, que concuerda con lo estipulado en la Carta de la ONU y con la “promoción de relaciones pacíficas y amigables entre naciones”.
“No es el lenguaje sobre Ucrania que nos hubiera gustado ver”, recoge el diario las palabras de un diplomático occidental de alto rango. Otra fuente dijo que “el lenguaje no es lo suficientemente fuerte”, pero “nadie quería ir demasiado lejos, de lo contrario habría una pelea y no habría ninguna declaración”.
De acuerdo con Financial Times, este cambio de tono por parte de los países occidentales muestra que “el G20 diluye su apoyo a Ucrania” en un momento cuando el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, está siendo “sometido a una mayor presión de algunos aliados occidentales para que considere las conversaciones de paz” con Rusia.
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