Cada 12 de agosto se celebra el Día Internacional de la Juventud, iniciativa de la Asamblea de las Naciones Unidas para promover el respeto, la inclusión y la participación de este grupo etario en la sociedad.
Cuando se evocan acontecimientos recientes de la historia de Cuba, se evidencia la presencia de una fuerza juvenil activa en tareas de alto impacto social como el enfrentamiento a la COVID-19, la producción de alimentos y las reparaciones en el sistema electroenergético nacional.
Precisamente el entusiasmo, la alegría, la diversidad y el compromiso con el presente y futuro de la Mayor de las Antillas son características de los jóvenes cubanos.
En numerosos países del mundo, este día se ha convertido también en espacio para la lucha por derechos inalienables como el acceso a la salud y la educación, considerados garantías para las nuevas generaciones de cubanos.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer en pos de los intereses de un universo juvenil heterogéneo, con su propia visión sobre aspectos esenciales de la realidad cubana y diferentes maneras de interactuar entre sí.
Ese es el objetivo de la Política Integral para la Atención a la Niñez, las Adolescencias y Juventudes en Cuba, aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular en el 2023, que articula a todos los actores sociales en el mejoramiento de la calidad de vida de este grupo etario.
Entre las novedades de dicha Política, se encuentran el establecimiento de mecanismos de retribución del trabajo para los jóvenes profesionales, la inclusión de quienes viven en situación de discapacidad, facilidades para el acceso a los servicios de ocio y más oportunidades de continuidad de estudios en nivel superior y posgrado.
Hoy, en vísperas del aniversario 98 del natalicio del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, se impone volver a su ideario cuando expresó: “En esta juventud están puestas las esperanzas la Revolución, las más legítimas esperanzas de nuestro pueblo y las más humanas esperanzas de los revolucionarios”.
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