
Los boleros de Celestino Castellón Casanova resultan muy atractivos al pueblo de Cauto Cristo porque, además de preservar ese estilo musical, aportan al trabajo cultural de las comunidades de este territorio granmense.
El octogenario ha encontrado en sus canciones una forma de crecer profesionalmente y en lo personal.
Aunque nativo de otras tierras del oriente, hace muchos años que echa manos a una guitarra y con ella enamora de la música a quienes habitan los valles del Cauto.
“Nací en Cayo Rey del municipio Mella de Santiago de Cuba, pero desde niño disfrutaba de estar donde habían fiestas. Ya adulto vine a vivir en Cauto Cristo donde me he ganado el pueblo”, asevera Celestino.
Su voz reconocida y buscada para jornadas de la cultura y otros eventos locales, le ha dado fama entre los vecinos de estos barrios, tanto que ya en cualquier familia es bienvenido.
“Me admira mucho mi pueblo, con mis interpretaciones y composiciones de boleros gané amigos, amores, me he sentido realizado”, confiesa.
Por sus dotes y larga trayectoria entre los cautocristenses ha sido merecedor de la condición Hijo ilustre de Cauto Cristo, así como personalidad de la cultura.
A sus 84 años le bastan la inspiración, el talento, la guitarra y el espacio para convertir una calle en una obra artística de calidad y amor, con su timbre natural.
Celestino sigue en pie con su música y sus seguidores, que aplauden siempre a este bolerista de carisma y entrega sin par.
El bolero es un género cubano declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde el 2023, que expone la identidad nacional.
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