Ramala.- Más de 60 millones de toneladas de escombros están esparcidas por la Franja de Gaza, incluidos cuatro millones de toneladas de residuos peligrosos, alertó hoy la Autoridad de Calidad Ambiental palestina.
La cifra también incluye a unas 50 mil toneladas de amianto clasificado como material cancerígeno y unas 100 mil toneladas de explosivos y municiones sin detonar, advirtió en un comunicado.
Anunció que la agresión israelí destruyó el 80 por ciento de los sistemas de agua y saneamiento del territorio, lo cual provocó un deterioro sin precedentes de la infraestructura ambiental.
La Autoridad explicó, que además de los escombros, la guerra obligó a crear vertederos no regulados y destruyó plantas de tratamiento de residuos.
Esa situación provocó una gran fuga de productos químicos, combustible y amianto al suelo y a las aguas superficiales, un problema que supone una amenaza ambiental y sanitaria muy grave para los residentes, subrayó.
En declaraciones a la agencia de noticias Safa, el especialista en el tema Mohammed Musleh denunció que millones de toneladas de residuos están esparcidos en el enclave.
Musleh estimó que el peligro radica en la posibilidad de que se filtren a las aguas subterráneas, lo cual tendría efectos desastrosos para la salud humana y el medio ambiente. Detalló que la inhalación de amianto en grandes cantidades causa enfermedades graves, como fibrosis pulmonar, cáncer de pulmón y de laringe.
También, alertó, los desechos médicos representan un peligro real porque contienen enfermedades infecciosas y metales pesados como el mercurio.
Si se filtra un gramo de mercurio de desechos peligrosos contaminará un millón de litros de agua subterránea, que causará efectos catastróficos y devastadores para la salud humana y el medio ambiente, recalcó.
El experto reclamó el envío de equipos de especialistas para evaluar las consecuencias del conflicto y examinar el alcance del riesgo.
Recientemente, el representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Palestina, Jacco Cilliers, afirmó que la gestión de residuos sólidos en la Franja representa un desafío importante para los esfuerzos de reconstrucción.