
Washington-. Una nueva polémica rodea hoy al equipo profesional de fútbol americano Washington Commanders, pero nada tiene que ver con el deporte, sino con un asunto político que viene de la mano del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El mandatario republicano quiere ahora devolverle el nombre original: Redskins (Pieles Rojas) y para lograrlo amagó en su habitual tribunal, su red social, no dar financiamiento para construir el estadio que sería la casa del plantel que está por volver a la capital del país.
Actualmente los Washington Commanders (Comandantes de Washington) tienen su sede en el área metropolitana de Washington DC, compiten en la División Este de la Conferencia Nacional (NFC) de la National Football League (NFL) y disputan sus encuentros como locales en el Northwest Stadium, ubicado en la ciudad de Landover, Maryland.
Un poco de historia. El equipo fue fundado en Boston en 1932 como los Boston Braves, aunque sin relación alguna con el equipo homónimo de béisbol que juega en Atlanta.
Tiempo después pasaron a denominarse Boston Redskins antes de mudarse a DC en 1937, donde fueron conocidos como Washington Redskins hasta 2019. Durante años, ello generó una gran controversia tanto por el nombre como por el logotipo de la franquicia, porque la locución “piel roja” se considera ofensiva hacia los nativos americanos.
Por eso, en julio de 2020, se anunció que el equipo renunciaría a la marca Redskins y adoptó de forma provisional el de Washington Football Team. En la temporada anterior, que ya estaban como los Comandantes, se posicionaron como uno de los grandes en la NFL.
El domingo Trump puso el punto. En una publicación en Truth Social escribió que “los Washington ‘Lo que sea’ deberían cambiar su nombre de inmediato a Washington Redskins Football Team. Hay mucha gente a favor de esto”.
Y amenazó con que «podría imponerles una restricción: si no cambian el nombre original a ‘Washington Redskins’ y se deshacen del ridículo apodo ‘Washington Commanders’, no haré ningún trato para que construyan un estadio en Washington».
El presidente sugirió a su vez que el equipo de béisbol de Cleveland retorne al que ostentaba antiguamente: los Indios. También argumentó que hay un «gran clamor por esto».
Por cierto, tanto los Washington Commanders como los Cleveland Guardians anticiparon que no tienen planes de cambiar de nombre.