En Granma, la campaña agrícola de frío enfrenta un panorama complejo tras el paso del huracán Melissa. Los vientos y las intensas lluvias dejaron a su paso miles de hectáreas devastadas y comunidades enteras con serias dificultades para garantizar por si mismas el alimento diario.
La agricultura reportó daños, por ejemplo, en más de treinta y nueve mil hectáreas de cultivos, entre estas casi cinco mil de arroz que estaban listas para cosechar.
También se perdieron extensas áreas de cultivos decisivos en las ofertas de viandas como plátano, yuca y boniato, mientras que los viveros de hortalizas sufrieron la destrucción de miles de posturas de tomate, pimiento y ají entre otras.
El desbordamiento del río Cauto y otros afluentes inundó una cuarta parte del territorio, afectando no solo los cultivos varios, sino también la ganadería y la apicultura.
La disminución de la producción se agudiza y esto hace que el país tenga que importar mayores volúmenes de productos para los cuales no dispone de financiamiento o mercado.
En la red comercial, muchos productos básicos comienzan a escasear y los precios se disparan, lo que también provoca medidas estatales con los algunos que intentan ganar más de la cuenta mientras los campesinos y otros productores intentan salvar lo que quedó en pie.
La Delegación de Agricultura en Granma trabaja en la reprogramación de siembras, priorizando cultivos de ciclo corto como frijoles y hortalizas, con el objetivo de recuperar parte de la producción en los próximos meses.
Ese sector trabaja para garantizar semillas, ahora más escazas, pero sigue siendo un problema muy serio la insuficiente disponibilidad de combustibles y otros insumos, lo que pone en tensión la actividad.
Granma, es uno de los principales polos agrícolas del país y ahora encara una campaña de frío que incluye además la culminación de la cosecha de café y de arroz, la siembra de alimento para el ganado y la temporada alta de producción de miel de abejas.
Todos estos renglones tienen retos importantes para readaptarse a la nueva realidad. La prioridad ahora es garantizar el alimento básico para la población, en medio de un escenario donde la naturaleza y la crisis económica han golpeado con fuerza.
En esta provincia la voz de la tierra nos recuerda que la recuperación será lenta y dependerá del esfuerzo colectivo. La esperanza, como la semilla, necesita cuidado para volver a germinar.