Washington–. Aunque la temporada ciclónica arrancó con cierta calma, muy diferente a los años anteriores, los meteorólogos alertan de la tradicional segunda fase del ciclo durante agosto, con el seguimiento de tres eventos que circulan hoy en el Atlántico.
Se trata de la tormenta tropical Dexter, la cuarta de este periodo que comenzó de manera oficial el 1 de junio, que no representa una amenaza inmediata para tierra firme, pero su formación confirma que la cuenca atlántica comienza a entrar en actividad.
El centro de Dexter fue localizado en el más reciente reporte del Centro Nacional de Huracanes (CNH) en la latitud 37.3 Norte, longitud 64.4 Oeste, se mueve hacia el noreste cerca de 19 kilómetros por hora (km/h), y se espera un giro gradual hacia el este-noreste durante los próximos días.
Los vientos máximos sostenidos han disminuido a cerca de 65 km/h con ráfagas más altas y se espera poco cambio en la fuerza para el próximo día más o menos.
El evento, anticipado por Andrea ( 24 de junio); Barry ( 28 de junio) y Chantal ( 4 de julio) podría tener algún refortalecimiento en un par de días y se convertirá después en un ciclón extratropical.
Mientras, frente al sureste de Estados Unidos una débil vaguada superficial, ubicada a varios cientos de millas de la costa sureste de Estados Unidos, formará una zona de baja presión en aproximadamente un día.
Posteriormente, las condiciones ambientales parecen favorables para el desarrollo gradual de este sistema, y podría formarse una depresión tropical hacia finales de esta semana o fin de semana, ya que la baja presión inicialmente se mueve lentamente hacia el oeste, pero gira más hacia el norte para este fin de semana, detalla el reporte.
En el Atlántico Tropical Central, una onda tropical sobre el extremo oriental del Atlántico tropical produce actividad desorganizada de chubascos y tormentas eléctricas, principalmente al suroeste del eje de la onda.
El CNH pronostica condiciones ambientales propicias para un desarrollo gradual durante los próximos días, y podría formarse una depresión tropical a finales de esta semana o durante el fin de semana a medida que el sistema se desplaza generalmente hacia el oeste-noroeste a través del Atlántico tropical o subtropical central.
Según el último pronóstico del modelo de conjunto del Centro Europeo de Pronóstico Meteorológico a Medio Plazo, que respalda además el Centro de Predicción Climática de Estados Unidos, los vientos en los niveles altos de la atmósfera sobre el Atlántico tropical y el mar Caribe mostrarán un debilitamiento notorio hacia mediados de agosto.
Esta disminución de la cizalladura del viento —uno de los factores que habitualmente inhibe la formación de huracanes— incrementará notablemente las probabilidades de desarrollo de tormentas tropicales.
Otra señal de advertencia la proporciona el índice de Energía Ciclónica Acumulada (ACE, por sus siglas en inglés), que mide la fuerza y duración de las tormentas tropicales y huracanes.
El modelo Ecmwf sugiere que esta métrica comenzará a elevarse de manera significativa durante la segunda mitad de agosto, lo que representa un indicio más del probable aumento de la actividad ciclónica.
Esta proyección coincide con lo que históricamente se observa: agosto suele marcar el inicio del período más activo de la temporada de huracanes en el Atlántico.
Aunque factores como la presencia de polvo del Sahara y vientos hostiles en las capas altas limitaron el desarrollo de tormentas en los primeros días del mes, los especialistas enfatizan que esto no implica una temporada tranquila.
Todo lo contrario: la calma inicial podría dar paso a una segunda mitad mucho más turbulenta, advierten.