Este 19 de julio Cuba y la obra Martina de fiesta, se celebra el aniversario 46 de la creación del Centro de Estudios Martianos, espacio de fragua, estudio y salvaguarda del inagotable legado del más universal de los cubanos.
Desde sus predios en el vedado habanero nos acercamos a José Martí y su vida que fascina desde su inmensa obra. En él podemos encontrar al político excepcional, siempre del lado de la justicia social y de los oprimidos.
Hace ya 45 años de verse materializada la idea del comandante Fidel Castro y Armando Hart Dávalos al crear una institución encargada de aglutinar, estudiar y promover la obra martiana. Hoy además se caracteriza por una actividad investigativa y creadora que es inagotable como lo es la obra de Martí.
Entre sus estudios e investigaciones el Centro de Estudios Martianos nos recuerda al Martí que en Nueva York trabajó sin descanso por agrupar la emigración en pos de la independencia necesaria de su patria. Se ratificó como un orador magistral. Recaudó fondos. Creó el periódico Patria y como culminación de sus esfuerzos por lograr un organismo que dirigiera la lucha revolucionaria y garantizara la unidad, fundó el Partido Revolucionario Cubano (PRC), del cual fue su primer delegado.
Nos señala que fue el líder principal y el ideólogo de la gesta del ‘95. Incluso tras su desaparición física se erigió, según nuestro Fidel, como el «autor intelectual» de los asaltos a los cuarteles Moncada en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo, el 26 de julio de 1953, año del centenario de su natalicio.
El Centro de Estudios Martianos nos reafirma a un Martí que a pesar de su ardua labor política, tuvo una actividad creadora extraordinaria: incursionó en la poesía, el cuento, la novela, el ensayo, tuvo un efímero paso por la Academia de pintura San Alejandro, escribió guiones para obras de teatro y su creación periodística fue vastísima. Solo el calificativo de genio parece ser justo para creador tan prolífero.
El Centro de Estudios Martianos de Cuba mantiene hoy vigente el empeño fundacional de aquel 19 de julio de 1977 cuando germinó para preservar el legado de la vida y obra de José Martí.
La institución, además de conservar la documentación sobre Martí y labor del Apóstol de Cuba, promueve las investigaciones que examinan e intentan comprender la complejidad de su pensamiento, verbo y oratoria. A sus orígenes se vinculan relevantes figuras de la cultura cubana, entre las que destacan Armando Hart, Cintio Vitier, Fina García, Ángel Augier, Juan Marinello, Julio Le Riverand y Roberto Fernández Retamar.
Al decir del doctor Pedro Pablo Rodríguez, jefe de equipo de la Edición Crítica de sus Obras Completas, ser uno de sus miembros significa responsabilidad, dedicación, entrega, laboreo incansable, rigor en el estudio para cumplir con la misión encomendada. Sentido compartido por los miles de estudiosos, investigadores y lectores que acuden al centro en busca de luz a partir de Martí.
Labor que en esa entidad también simboliza el empeño para avanzar por el bien mayor del hombre a escala universal y ser digno heredero y cumplidor del espíritu del más universal de todos los cubanos. Porque allí se ha integrado todavía más el amor que engendra maravillas, como ese amor que gracias a José Martí nos acompaña o, mejor, a quien acompañamos.
A 46 años de creado, un abrazo cubano y orgulloso para un centro de estudios que representa creer en Martí, en la hondura y vigencia de sus ideas y trabajo, en la importancia de su ejemplo y obra para alcanzar en Cuba toda la justicia y mantener unidos a los cubanos frente a los enemigos de la Patria. Dulce premio al maestro.
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