Washington-. Hasta hace poco considerado un terrorista internacional buscado por el Gobierno de Estados Unidos, Ahmed Al-Sharaa será hoy el invitado en la Casa Blanca, como presidente de Siria.
Su anfitrión, el presidente Donald Trump, sostendrá una reunión en el Despacho Oval con Al-Sharaa, quien después de ser cabecilla de una filial de la organización terrorista en la nación levantina se hizo a un lado y repudió el extremismo islámico tras llegar al poder en su país.
Tal vez hasta se firme un acuerdo formal entre ambos para cooperar en la lucha antiterrorista, lo cual, de concretarse, indicaría un giro radical en la percepción que la Casa Blanca tiene de Siria.
Después de reunirse por primera vez con Al-Sharaa en Arabia Saudita en mayo, Trump describió al actual gobernante sirio como un «joven atractivo, un tipo duro, con un pasado sobresaliente».
Mediante una orden ejecutiva, el mandatario republicano levantó oficialmente las sanciones económicas estadounidenses contra Siria ese propio mes.
El pasado mes de septiembre, durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, Al-Sharaa declaró ante los líderes reunidos que su país estaba «recuperando el lugar que le corresponde entre las naciones del mundo».