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Abren espacio de diálogo entre el Gobierno de Bolivia y el sector obrero con protesta activa en La Paz

El Ejecutivo boliviano ratificó a FENCOMIN como entidad matriz del sector minero, mientras la COB aceptó dialogar sobre el Decreto Supremo 5503, aunque mantiene las movilizaciones en La Paz y otras regiones.

El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, sostuvo un encuentro en la ciudad de La Paz con la dirigencia de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras de Bolivia (FENCOMIN R.L.), en el que se abordó el impacto del Decreto Supremo 5503.

Durante la cita, el Ejecutivo ratificó el reconocimiento de esta organización como la única entidad matriz del sector minero, bajo el amparo de la Ley 356, reafirmando así su papel central en la representación de las cooperativas.

La reunión se produjo en un contexto marcado por la tensión social que ha generado la aprobación del Decreto Supremo 5503, normativa que establece, entre otros aspectos, nuevos precios en los combustibles.

La medida fue rechazada por diversos sectores sociales y sindicales, que consideran que afecta directamente a la economía popular y a la capacidad productiva del país.

En paralelo, la Central Obrera Boliviana (COB) decidió aceptar la invitación del Gobierno para participar en un proceso de diálogo sobre el decreto, aunque dejó claro que no levantará las movilizaciones que se desarrollan en la ciudad de La Paz y en otras regiones del país.

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El secretario ejecutivo de la COB, Mario Argollo, informó que la decisión fue tomada tras una evaluación conjunta de los sectores que conforman el ente matriz de los trabajadores.

“Hemos recibido de manera formal una invitación del Gobierno central para poder asistir y seguramente vamos a ir a escuchar cuál es la posición. La consigna de nosotros es la abrogación del decreto 5503, en ese sentido, vamos a asistir a la convocatoria”, señaló Argollo. El dirigente aclaró que la asistencia al diálogo busca demostrar que la COB no es un sector “intransigente”, aunque enfatizó que ello no significará asumir compromisos con el Ejecutivo.

Las movilizaciones, que desde tempranas horas colapsaron el centro de La Paz, reflejan la firmeza de las bases sindicales. Argollo subrayó que el mandato de los trabajadores es no retroceder “un milímetro” hasta alcanzar acuerdos o consensos que respondan a sus demandas.

La consigna principal sigue siendo la abrogación del Decreto Supremo 5503, considerado por la COB como una imposición que vulnera los derechos de los trabajadores y de la población en general.

El Gobierno, por su parte, insiste en abrir espacios de negociación o persuasión que permitan reducir la tensión social. En ese marco, se estableció la creación de una comisión permanente que comenzará sus funciones el próximo lunes 29 de diciembre en la Casa Grande del Pueblo.

El objetivo de esta instancia será estructurar un marco legal que resguarde la productividad minera y atienda las preocupaciones de los sectores movilizados.

La ratificación de FENCOMIN como entidad matriz del sector minero también tiene un trasfondo político. El Ejecutivo intenta consolidar alianzas estratégicas con las cooperativas, que históricamente han tenido un rol clave en la economía nacional y en la dinámica social del país. Sin embargo, la coexistencia de intereses entre el sector minero y la COB plantea un escenario complejo, donde las demandas de los trabajadores y las necesidades de las cooperativas pueden entrar en tensión.

El Decreto Supremo 5503 se ha convertido en un punto de inflexión para el Gobierno de Paz Pereira. Su gestión asegura buscar garantizar la estabilidad económica y el abastecimiento de combustibles, no obstante, sus movimientos hacen que las organizaciones sociales se levanten ya que las medidas profundizan las dificultades de los sectores más vulnerables de Bolivia.

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La COB, con su capacidad de movilización nacional, se erige como un actor determinante en la disputa política y social que atraviesa Bolivia, siendo el sector que busca velar por los más afectados, en este caso la clase obrera boliviana.

Esta presión fue la que, de hecho, logró que el Gobierno muestre voluntad de negociación. Ahora todo depende de lo que se logre en las mesas de diálogo.

En este escenario, la comisión permanente que iniciará funciones en la Casa Grande del Pueblo será un espacio clave para medir la disposición real del Ejecutivo y de los sectores sociales a encontrar soluciones reales que beneficien al pueblo boliviano.