Este domingo el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, lanzó una serie de preguntas críticas sobre la supuesta operación antinarcóticos de Estados Unidos en el Mar Caribe.
El alto funcionario venezolano puso en duda la verdadera efectividad de la misión, sugiriendo que, lejos de reducir el tráfico de sustancias ilícitas, la estrategia podría ser una «patraña» para agredir a Venezuela y buscar un cambio de régimen. Las declaraciones de Rodríguez subrayan una profunda desconfianza en los motivos detrás de las acciones estadounidenses en la región.
En un contundente pronunciamiento, Jorge Rodríguez interpeló la falta de resultados medibles de la operación antinarcóticos que Estados Unidos desarrolla en aguas caribeñas. El presidente de la Asamblea Nacional preguntó de forma directa: «¿Alguien está midiendo cómo está la prevalencia de consumo de sustancias ilícitas en los Estados Unidos en este momento? ¿Alguien está midiendo si ha disminuido el tráfico, el microtráfico de fentanilo, de cocaína, de marihuana en los Estados Unidos en este momento?».
Estas interrogantes buscan confrontar la narrativa oficial de la lucha antidrogas con datos concretos que, según Caracas, brillan por su ausencia.
Rodríguez anticipó que, cuando se publiquen las cifras reales a finales del año 2025, se evidenciará que «no ha hecho sino aumentar el consumo de sustancias ilícitas en los Estados Unidos». Su argumento es claro: si el consumo ha incrementado, es una consecuencia directa del aumento de la oferta, lo que indica que «sigue habiendo el tráfico de sustancias ilícitas hacia los Estados Unidos», a pesar de la presencia militar en el Caribe. Esta lógica desmantela la premisa de éxito de la operación.
Origen de epidemia de opioides en EE.UU. recae en sus grandes farmacéuticas
El presidente del Parlamento venezolano desvinculó de manera categórica a Venezuela de la actual epidemia de opioides en el país norteño, y rechazó cualquier conexión del país suramericano con el tráfico de esta sustancia. Rodríguez señaló que la principal causa es el fentanilo, un derivado del opio que «entra por las vías que ustedes conocen a los Estados Unidos de América, en modo alguno tiene Venezuela nada que ver con eso».
El origen de la epidemia de opioides en Estados Unidos, según Rodríguez, no reside en el Caribe ni en Venezuela, sino en las propias «grandes farmacéuticas» estadounidenses. El presidente de la Asamblea Nacional apuntó directamente a empresas como Purdue Pharma, a las que responsabilizó de la crisis actual.
Detalló que el fentanilo es consecuencia de la codeína que vendían de manera indiscriminada en la década de 1990, tras inventar informes engañosos que afirmaban que esta no era adictiva. «Allí proviene la epidemia por opioides por fentanilo que hay en estos momentos en los Estados Unidos de América», afirmó, desvelando una perspectiva diferente sobre el problema de las drogas.
Por demás, en juicios en dicho país contra fabricantes de opioides ha trascendido la responsabilidad de las campañas de comunicación falsas que han promovido el uso de estos productos en los últimos 25 años, mismo periodo en que el consumo de estas sustancias se ha disparado de forma ascendente. Ello apunta además al incumplimiento del deber de organismos nacionales como la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), la agencia federal encargada de regular a las compañías farmacéuticas.
La narrativa de EE.UU. sobre su operación antinarcóticos es «una gran farsa»
Finalmente, Rodríguez denunció la falta de coherencia en las acusaciones contra Venezuela, al recordar que los señalamientos no logran «ni siquiera ponerse de acuerdo que si es el Cartel de los Soles o es el Tren de Aragua».
Esta inconsistencia refuerza su argumento de que la operación y sus acusaciones son una «gran farsa, es una gran calumnia sobre Venezuela». El presidente de la Asamblea Nacional reiteró que su país realizará una investigación rigurosa y profunda de los hechos, con el objetivo de llevar la verdad ante todos los organismos multilaterales pertinentes.
Rodríguez también criticó la estrategia de «guerra contra las drogas», al señalar su ineficacia al perseguir a los eslabones más bajos de la cadena. Expresó su sorpresa ante una lucha antidrogas que «no captura al traficante de bajamonta», a pesar de que las lanchas interceptadas suelen ser de pequeño calado.
El presidente de la AN argumentó que la lógica en la lucha antidrogas dicta capturar a estos contrabandistas para «ir ascendiendo y buscando a los que realmente son los responsables del negocio de las drogas«. Este enfoque, según Rodríguez, no se está aplicando, lo que sugiere otros intereses detrás de la operación.