
Brasilia-. El juez Alexandre de Moraes, de la Corte Suprema de Brasil, ordenó interrogar a Fabio Wajngarten, exasesor de Jair Bolsonaro, por obstrucción a la justicia, decisión que podría comprometer hoy aún más al expresidente, acusado de golpista.
De Moraes determinó que la Policía Federal interrogue a Wajngarten y al abogado Paulo Costa, integrante del equipo de defensa de Bolsonaro, tras la revelación de intentos coordinados para interferir en las declaraciones del teniente coronel Mauro Cid, exayudante de órdenes del exmandatario y actualmente colaborador de la justicia.
La pesquisa se centra en supuestas conversaciones mantenidas a través de redes sociales entre el abogado Eduardo Kuntz y familiares de Cid, en especial su hija adolescente, a quien se habría intentado inducir para borrar mensajes comprometedores de su celular.
Para el staff jurídico de Cid, se trató de una maniobra para silenciar o alterar pruebas clave del caso.
Entre los hechos señalados, se investiga un intento de Kuntz y Costa por influir en la madre de Cid durante un evento en Sao Paulo, para que persuadiera al militar de cambiar su versión.
Los acercamientos habrían ocurrido después que el Supremo Tribunal Federal (STF) aprobara un acuerdo de delación premiada con Cid, que incluyó su liberación de prisión.
Ante la gravedad de las acusaciones, De Moraes calificó las acciones de indicios claros de obstrucción a la investigación de una organización criminal y amplió las diligencias para incluir un informe pericial del celular de la hija del teniente coronel, entregado voluntariamente a las autoridades. La Fiscalía General ya fue notificada.
Este nuevo capítulo en la trama judicial que rodea a Bolsonaro agrava su situación legal y política. Si bien no resulta inculpado directamente en este caso, la implicación de figuras clave de su entorno —como su exasesor de comunicación y abogados— refuerza la narrativa de que hubo esfuerzos organizados para encubrir acciones ilícitas tras los actos del 8 de enero de 2023, cuando manifestantes radicales intentaron derribar las instituciones democráticas del país.
A medida que los casos por intento de golpe y ataques al sistema electoral avanzan, las sospechas sobre la participación activa o el conocimiento de Bolsonaro en las maniobras de su equipo aumentan, lo cual podría derivar en nuevas imputaciones o sanciones políticas.
La ofensiva judicial liderada por el STF se perfila así como uno de los mayores desafíos para el futuro del político ultraderechista.